viernes, mayo 07, 2004

Contracampaña de Seguridad


Compañeras/os: Los invitamos a la primer reunion de la contracampaña de seguridad que se realizara el proximo lunes 10/5 a las 20hs. en el hall de la Facultad de Psicologia(Independencia y Urquiza). A continuacion les envio un texto explicativo sobre el tema. Un Abrazo y los esperamos. Asamblea Plaza Martin Fierro

El problema de la seguridad
Propuesta (con explicación incluida) para la contra-campaña "Hablemos de
seguridad"

El señor Blumberg, los medios de comunicación (en especial el holding Hadad:canal 9, radio diez, etc.), los políticos de derecha como Ruckauf, Rico y López Murphy, con el apoyo explícito de las grandes empresas y las cámaras que las congregan (UIA, Sociedad Rural) han iniciado una cruzada por la
"seguridad de los ciudadanos". A partir de la ola de secuestros extorsivos que ha asolado a las capas altas y medias-altas de la sociedad, la seguridad
como problema ha emergido en el medio de la marea de tragedias que trajo la crisis desatada a mediados de los '90.
El carácter de esta campaña tiene, siempre según estos santos cruzados, un carácter positivo porque es "transversal" a toda la sociedad (trata problemas
comunes a todos, ya que todos somos iguales ante el delito) y tiene un conjunto de propuestas concretas para darle solución definitiva a la ola delictiva.
Pero, ¿es realmente así? Un simple vistazo a las propuestas del petitorio Blumberg deja entrever otra realidad: en primer lugar, todas las medidas
obedecen a fortalecer el carácter represivo de la legislación (endurecimiento de penas, disminución de la edad de imputabilidad legal de 16 a 14 años,
etc.), en segundo lugar, estas medidas tienen como contrapartida siempre una compensación si el imputado pertenece las clases poseedoras, por ejemplo,el endurecimiento para la portación de armas no es tal si el imputado es un hombre de familia, bien considerado por los vecinos y en todo sentido
un "hombre de bien", decisión que queda a juicio del juez que sigue el caso.
Otro ejemplo: la única de las leyes del paquete que es más benévola que la que reemplaza es una reducción de penas para el delito de "subversión
económica", que sólo pueden cometer los empresarios.
Si todos somos iguales ante el delito, la ley es una para los capitalistas y otra para los explotados y oprimidos.
Debajo del discurso de la "seguridad ciudadana" subyace el intento de fortalecer los mecanismos represivos, para garantizar la seguridad de la propiedad
y las personas de la clase capitalista, no del conjunto de la sociedad.
Debajo del discurso aparentemente inocente de un padre agobiado por el peso de la muerte de su hijo, subyace el intento de las clases dominantes de
imponer su visión de la sociedad: mayor represión a las clases dominadas, garantías de acumulación para las clases dominantes.
Para decirlo con claridad: los cambios económicos producidos durante la década del '90 produjeron cambios sociales profundos, y la legislación que
existe en la actualidad no corresponde con la nueva correlación de fuerzas sociales: la marginalidad y descomposición social, producto de estos cambios,
deben ser controlados. Los efectos secundarios que tiene la marginalidad (elevación del nivel de violencia delictiva) también deben ser controlados
y redirigidos hacia donde siempre debieron estar: a las clases bajas o medias.
Las organizaciones sociales y políticas del campo popular hemos mirado con confusión y desconcierto estas medidas, a las cuales solo les hemos contrapuesto nuestra oposición instintiva y una serie de argumentaciones a todas luces incompleta: se ha hablado de "resultado de la corrupción del sistema" o
de que "la legislación sólo incluye la represión, hay que incluir la prevención".
Estas y otras argumentaciones encaran sólo un aspecto de la cuestión: el enquiste de las mafias en el gobierno o la concepción autoritaria y anti-democrática
del ejercicio del gobierno. La seguridad vista de esta forma no toma en cuenta los problemas de seguridad reales de las vastas mayorías: no se trata de "asegurar" la propiedad de los ciudadanos de bien, reprimiendo a aquellos que atenten contra ella; se trata de asegurar la viabilidad de la vida misma:
¿de que seguridad puede hablar una familia que carece de trabajo, salud y educación? ¿una madre que ve morir de hambre a sus hijos? ¿una mujer que
debe prostituirse? ¿para un hombre sin trabajo, que debe aceptar cualquier changa o inclusive delinquir para poder sobrevivir? ¿de un niño sin futuro?
Queremos romper con la hegemonía del discurso de derecha, y plantear el problema de seguridad desde un lugar que realmente nos represente a la mayoría,
para los que el problema de los secuestros es lejano aunque no ajeno. Para eso, es necesario mover el eje del sitio donde los medios y comunicadores de la derecha lo han situado.
Proponemos la realización de una contra-campaña, buscando establecer el hecho de que cuando nosotros hablamos de seguridad, no hablamos solamente de protegernos del peligro de un secuestro o un asalto, y que no hablamos
-ni queremos hablar, de reprimir al pueblo.
En una primera instancia esta campaña constará de una serie de afiches con imágenes muy fuertes, en las que, bajo la leyenda "Hablemos de seguridad"
se representen distintos fenómenos de la inseguridad social, tomando las necesidades de las mayorías como parte de la seguridad necesaria.
Por ejemplo (aunque parezca morboso), una imagen de un niño muerto de inanición, con el título "A mi me mató el hambre".


El artículo original está en http://argentina.indymedia.org/news/2004/05/193777.php Imprimir comentarios.

El plan del Gobierno sobre Seguridad y Justicia, No sólo BLUMBERG debe OPINAR
por Gabriel Lerner para Revista En Marcha 207 Thursday May 06, 2004 at 03:38 PM


El plan del Gobierno sobre Seguridad y Justicia No sólo BLUMBERG debe OPINAR

E l plan lanzado por el gobierno al influjo de las movilizaciones encabezadas por Juan Carlos Blumberg -motorizadas por la derecha política y los grandes grupos multimedia, y que lograron amplio apoyo social, incluyendo a algunas organizaciones populares- han generado un debate de cuyas consecuencias depende no sólo la política de seguridad respecto al delito que preocupa a la población.
De allí que resulta importante tomar opiniones que movilicen el interés en un tema que no debe quedar limitado a policías, jueces, legisladores -e intereses represivos que siempre los hay-. Convocamos por ello a Gabriel Lerner, abogado de Correpi quien nos aporta su visión personal para este debate.


Escribe: Gabriel Lerner, miembro de CORREPI


Resulta difícil pronunciarse de una sola vez respecto de todas las medidas planteadas. Mientras en algunos casos el propósito y el contenido es claro, algunas de ellas son de casi imposible concreción, otras ya se venían implementando y en otros casos sólo se difundió el título y no sus alcances.
Aún con las limitaciones planteadas (...) se desprende que el signo de los anuncios se inscribe en la orientación de la llamada “Cruzada Axel” que, como hemos venido denunciando, identifica “seguridad” con política penal y política penal con más castigo sobre los pobres.
Resulta imprescindible definir el ángulo desde el que se analiza y critica el plan antes mencionado. En ese sentido deben tenerse en cuenta algunas cuestiones fundamentales:
a) La verdadera “seguridad” para las mayorías populares pasa por el acceso al empleo, la vivienda, el salario digno, la seguridad social, la educación y la salud; pasa además por el cese de la política de “gatillo fácil” y de criminalización de la protesta; pasa, finalmente, por el descenso de los niveles de violencia social horizontal, que convierte a los pobres en víctimas de hechos de violencia ejercidos por otros pobres. Reducir la idea de “inseguridad” a robos, asaltos y secuestros significa contemplar solamente los intereses de las minorías privilegiadas de la sociedad.
b) La política criminal debe dejar de ser “tuerta”. El contenido de la campaña Blumberg y de las medidas anunciadas por el gobierno descarga todo el énfasis en los delitos cometidos por los pobres y marginales, mientras elude el debate y las propuestas que tienen que ver con las conductas criminales que se desarrollan desde el poder. Una política criminal integral no puede ocultar el castigo de los grandes negociados, de la entrega del país, del genocidio, de la connivencia político-policial o de los delitos “comunes” cometidos por poderosos como Grassi o Carrascosa.
c) Lo que la Argentina necesita es distribución de la riqueza y no ensanchamiento y endurecimiento del sistema penal. El mejor ejemplo son los pibes pobres. Allí es imprescindible promover, de manera urgente, el acceso al trabajo, al deporte, a la alimentación, a la recreación y a la salud. Abordar la situación de niños y jóvenes desde una óptica punitiva implica multiplicar sobre la inmensa mayoría de ellos el castigo que ya proviene de la marginación, a la vez que se des-responsabiliza a la sociedad adulta y supuestamente “decente” del genocidio social que lleva décadas en el país y que tiene en los pibes a sus principales víctimas.
A continuación aportamos algunas reflexiones sobre las propuestas contenidas en el plan de gobierno.

Las propuestas del plan en particular

a Baja de la edad de la imputabilidad penal: Se envía al congreso un proyecto más garantista que la legislación actual (todo pibe tiene derecho a la defensa, se ponen topes máximos de penas a aplicarse, se limita el uso de la cárcel para casos extremos). Lo preocupante es que, en un marco político mas favorable al castigo que a la protección de los pibes y teniendo en cuenta la composición del congreso, lo mas probable es que del proyecto original solo quede la baja de la edad de imputabilidad a 14 años, se desdibujen o desaparezcan todas las demás garantías y quede una ley más punitiva que la actual.
a Justicia rápida para delitos “in fraganti”: Se propone una reforma procesal para que una persona que fue detenida en flagrancia (cometiendo un delito) pueda ser juzgada y condenada en muy pocos días. Es evidente que sólo será aplicable a delitos de pobres (robos, hurtos, etc) y nunca a delitos de sectores con mayor poder (defraudaciones, delitos de funcionarios). El procedimiento propuesto no garantiza el derecho constitucional de defensa. Miles de inocentes recibirán castigos antes de atinar siquiera a defenderse.
a Relocalización de la justicia criminal en los barrios: Resultaría indispensable fortalecer la capacidad investigativa judicial desplazando a las policías de esa labor (lo que ha facilitado enormemente la connivencia político-policial). Al llevar jueces y fiscales a los barrios se fortalece el poder policial, ya que la influencia de este sobre jueces y fiscales se incrementa considerablemente. En el sistema actual no se establecen relaciones excesivamente estrechas entre juzgados o fiscalías y comisarías. Al ir la fiscalía o el juzgado al barrio su emparentamiento con la policía es ineludible y ello aumentando la vulnerabilidad de los sectores sociales con menos riqueza y poder.
a Juicio por jurados: Por principio, la participación popular no puede ser contraria a una justicia mas democrática. Sin embargo, el alto nivel de manipulación de opinión pública en materia penal, facilitaría “venganzas sociales” en perjuicio del principio constitucional de inocencia, convirtiendo a lo peor de la TV en el verdadero tribunal de un juicio relevante. Por otra parte, en la inmensa mayoría de delitos comunes es muy alta ya la tasa de condenas de las causas que llegan a juicio. De emplearse el juicio por jurados debería limitarselo a delitos cometidos por funcionarios públicos o delitos económicos de gran envergadura que son las áreas donde casi no existen las sentencias condenatorias.
a Restricción de las excarcelaciones: Lo que se anunció y escribió como proyecto de futuro es lo que actualmente está vigente en el Código Procesal. O el anuncio tiene un efecto sólo “discursivo” de mas “mano dura” o habrá que esperar el texto que presenten para analizar su contenido.
a Liquidación de los fueros federal y penal económico para causas penales: Es una medida democratizadora, tal como están las cosas. Esos son fueros personales, organizados para que grandes capitalistas o poderosos funcionarios sean juzgados con una “vara” especial. Al eliminarselos los funcionarios, los empresarios y los ladrones serán juzgados por los mismos magistrados.
a Creación de más juzgados de menores: Era imprescindible, hay miles de chicos esperando juicios, muchos de ellos internados o presos.
a Modificación del art. 210 del código penal sobre asociación ilícita: Se lo presenta como parte del mayor énfasis represivo sobre el delito organizado, lo que sería correcto. Sin embargo, se desconoce el contenido concreto de la propuesta. Una vez más el riesgo reside -con base en las experiencias de los últimos años- en que se oriente la figura hacia el castigo político.
aUtilización de las recompensas en investigaciones judiciales: Ser testigo es una carga pública de todo ciudadano. La entrega de sumas de dinero podría ser empleada no para llegar a la verdad sino para que aparezca “alguna verdad”. De los anuncios no surge para qué casos y quién determinará la oportunidad y los montos de las recompensas. Si se impone debiera limitarse su uso a aquellos casos y temas en los que la regla es la impunidad: delitos de funcionarios, de policías, de grandes empresarios.
a Extensión del uso de la figura del “arrepentido”: Ya existe en la ley anti-drogas y se lo propuso en todos los proyectos de leyes antiterroristas (que no se aprobaron). Lejos de ser una herramienta útil facilita la manipulación de los procesos penales. Modifica en un sentido negativo la lógica del procedimiento penal. Las personas reciben más o menos sanciones en relación al delito que cometieron. Al “arrepentido” no se lo juzga por el delito sino por su conducta posterior dentro del proceso. En otras palabras: alguien que cometió un delito mas grave puede recibir menor condena que otro que cometió un delito mas leve, sólo porque acusó a otros durante el proceso.
aIncorporación de nuevos tipos penales relacionados con el financiamiento del terrorismo: Se trata de una cuestión que sólo puede explicarse por la exigencias del imperialismo norteamericano. Es un fenómeno sin relevancia en el país y podría abrir las puertas para la persecución política de opositores.
aAmpliación del número de efectivos, del presupuesto y de los pertrechos: Ya sea por la vía de la agencia federal de investigaciones, ya sea por el llamado “cuerpo nacional de paz”, se aumentan los efectivos armados, se compran mas pertrechos y se aumenta el presupuesto de seguridad. No compartimos la orientación, lo que hace falta son medidas que se orienten a la justicia social, no de ampliación del poder punitivo estatal.
aAgencia Federal de Investigaciones: Se propone crear una mega-agencia nacional de investigaciones compuesta por gendarmes, federales y prefectos, que dependerá del poder ejecutivo.
Debió fortalecerse la capacidad investigativa del poder judicial, sin interferencia del ejecutivo y mucho menos de las fuerzas de seguridad. Con la agencia creada de la voluntad política del gobierno dependerá qué y cómo se investiga. De allí se desprenden al menos dos cuestiones preocupantes: a) frente a delitos del poder, será el ejecutivo el que determinará si se usa o no esa agencia (hoy, a juzgar por las prioridades del gobierno, se usaría en Santiago del Estero, pero no en la investigación de la masacre de Puente Pueyrredón); y b) si bien su objeto son los secuestros y bandas delictivas, el narcotráfico, el tráfico de armas, los desarmaderos, el contrabando y el lavado de dinero, no hay ninguna definición explícita que impida a la agencia ingresar en la inteligencia de movimientos y/o grupos políticos y sociales opositores.
a Fuerza Nacional de Paz: El panorama es aún mas complejo que con la agencia federal pues no se define su objeto y sólo se señala que actuará en zonas críticas. ¿Cuáles son esas zonas, aquellas en que hay contrabando o que la policía bonaerense “libera zonas” en su connivencia con grandes bandas o aquellas otras en que hay mayor movilización y lucha social?. Una vez más la falta de una definición explícita respecto del uso de la citada “fuerza...” con relación al conflicto social, genera amplias preocupaciones de que se la utilice para reprimir la protesta.
aConstrucción de nuevas cárceles: En la actualidad hay presos en hospitales neurosiquiátricos o en contenedores en Salta, todos en condiciones inhumanas. Aspiramos a que haya menos presos y no a que su número se eleve. Si las cárceles nuevas son para garantizar mejores condiciones de vida de los ya detenidos no merece discusión. Si la expectativa es ampliar el número de presos, no corresponde la construcción de nuevas cárceles.
aForos de seguridad: Se propone extenderlos a todo el país. Es indiscutible el derecho de la ciudadanía a intervenir en el diseño y control de políticas públicas, entre ellas la política criminal. Sin embargo, la experiencia indica que, dirigidos los foros por los funcionarios policiales y diseñados a la medida de la sociedad supuestamente “decente”, en los foros se ejerce una democracia “ateniense” donde la minoría a la que el sistema penal nunca “toca” (comerciantes, empresarios, etc) es la que representa la “voz del pueblo” y demanda más y más “mano dura”. Por el contrario aquellos que sí pueden ser víctimas del sistema penal legal (detenciones, imputaciones, averiguación de antecedentes) o ilegal (“gatillo fácil”, tormentos, vejaciones, aprehensiones arbitrarias) y que son inmensa mayoría no tiene opinión. Un debate democrático necesita de las voces de los pobres, los pibes, los desocupados, la gente de las villas, los travestis, los estudiantes, los bolivianos, etc.
aIncorporación de civiles como comisarios o integrantes de la Agencia de Investigaciones: El problema no es que el investigador o comisario sea civil o no civil, el problema es que la investigación de delitos ya cometidos debe depender del poder judicial, sin interferencias policiales. La cuestión de la orientación más o menos represiva de las policías o de sus niveles de corrupción no se resolverán incorporando algunos civiles sino reorientando su acción.


jueves, mayo 06, 2004

¿Comenzamos a llamar las cosas por su nombre?
Por Michael Moore

Amigos,

Nunca he visto una cabeza metida tan profundamente en un culo presidencial como la que vi anoche en la "conferencia de prensa" de George W. Bush. Sigue hablando del encuentro de "armas de destrucción masiva" -esta vez en la "granja de pavos" de Saddam. Pavos, por cierto. Evidentemente la Casa Blanca cree que hay suficientes idiotas en los 17 estados indecisos como para que se traguen algo semejante. Pienso que el despertar será duro.

He estado encerrado semanas enteras en la pieza de edición terminando mi película ("Fahrenheit 119"). Por eso no han oído nada de mi parte recientemente. Pero anoche, después de la personificación de Lyndon Johnson en el East Room - prometiendo, esencialmente el envío de aún más tropas al sumidero de Irak- tuve que escribirles una nota.

Primero, ¿podemos terminar con el lenguaje orwelliano y comenzar a llamar las cosas por su nombre? No se trata de "contratistas" en Irak. No están allá para reparar un techo o para vaciar hormigón en una carretera. Son mercenarios y soldados de fortuna. Están allá por el dinero que cobran, y el dinero es excelente mientras vivan lo suficiente para poder gastarlo.

Halliburton no es una "compañía" que hace negocios en Irak. Es un especulador de la guerra, que estafa millones de los bolsillos de los estadounidenses corrientes. En guerras pasadas hubieran sido arrestados, o algo peor.

Los iraquíes que se han alzado contra la ocupación no son "insurgentes" o "terroristas" o "el enemigo". Son la revolución, los milicianos de la independencia, y su número aumentará y vencerán. ¿Comprende, Mister Bush? Usted clausuró un puto semanario, usted, ¡el gran dador de libertad y democracia! Y estalló el infierno. ¡El periódico sólo tenía 10.000 lectores! ¿Por qué saca a relucir su sonrisita?

Un año después de que limpiamos la cara de la estatua de Saddam con la bandera de Estados Unidos, antes de derribarla, es demasiado peligroso que una sola persona de los medios noticiosos vaya a esa plaza en Bagdad y presente un informe sobre la maravillosa celebración del primer aniversario. Claro que no hay celebración, y aquellos valerosos "incrustados", con sus cuidadosos peinados, ni siquiera pueden abandonar la seguridad del fuerte en el centro de Bagdad. En realidad nunca ven lo qué sucede en Irak (la mayor parte de las escenas que vemos en la televisión son filmadas por medios árabes y algunos europeos).

Cuando ves un informe "de Irak" lo que recibes es el comunicado de prensa distribuido por la fuerza de ocupación de Estados Unidos y que te recuentan como "noticia".

Actualmente tengo a dos reporteros/camarógrafos que trabajan para mí en Irak, para mi película (sin que lo sepa el Ejército). Hablan con soldados y reúnen el auténtico sentimiento sobre lo que sucede en realidad. Me envían cada semana las secuencias por Fed Ex. Exactamente: Fed Ex. ¿Quién dice que no hemos llevado la libertad a Irak? La historia más divertida que mis muchachos me cuentan es cómo, cuando vuelan a Bagdad, no tienen que mostrar un pasaporte o pasar por inmigración. ¿Por qué no? Porque no han viajado de un país extranjero; llegan de Estados Unidos a Estados Unidos, a un sitio que es nuestro, un nuevo territorio de Estados Unidos llamado Irak.

Entre los oponentes de Bush se habla mucho de que deberíamos pasar esta guerra a Naciones Unidas. ¿Por qué los otros países de este mundo, países que trataron de disuadirnos de esta locura, iban a deshacernos de nuestros líos? Me opongo a que la ONU u otros arriesguen las vidas de sus ciudadanos para sacarnos de nuestra catástrofe. Lo siento, pero la mayoría de los estadounidenses apoyaron esta guerra una vez que comenzó y, por desgracia, la mayoría tiene que sacrificar ahora a sus hijos hasta que se haya derramado suficiente sangre como para que tal vez -sólo tal vez- Dios y el pueblo iraquí terminen por perdonarnos.

Hasta entonces, gocen de la "pacificación" de Faluja, de la "contención" de Sadr City, y de la próxima Ofensiva del Tet -hey, perdón, quiero decir, "ataque terrorista por un pequeño grupo de leales al Baaz" (¡Je je je! Me encanta escribir estas palabras, leales al Baaz, ¡me hace sonar como Peter Jennings!)- seguidos por una "conferencia de prensa" en la que se nos dirá que debemos "mantener el rumbo" porque estamos "ganando los corazones y las mentes de la gente".

Volveré a escribir pronto. No desesperen. Recuerden, el pueblo estadounidense no es tan estúpido. Seguro que se nos puede llevar a una guerra mediante el miedo, pero siempre volvemos tarde o temprano; y en lo que esto no se parece a Vietnam es en que el público no se ha demorado cuatro largos años en darse cuenta de que se le mintió.

Ahora, si sólo Bush dejara de hablar en público dándome más material gratuito para mi película, podría volver a mi trabajo y completarla. Faltan cuatro semanas hasta que esté lista.

Atentamente

Michael Moore
mmflint@aol.com



miércoles, mayo 05, 2004

ENTREVISTA EXCLUSIVA DE ANNCOL (2da. parte)

Raúl Reyes: Es mucho el bandido que está en Colombia

“Quisieramos que ya estuviéramos a pocos días de la toma del poder”, dice el comandante de las FARC en una entrevista exclusiva con ANNCOL. Reyes habla también sobre el Movimiento Bolivariano y la propuesta de las FARC para un nuevo gobierno. “Mucha gente muere diariamente producto de la guerra de los capitalistas contra los pobres”, dice.

04.05.2004 (ANNCOL) Hoy ANNCOL publica la segunda parte de una entrevista con uno de los líderes principales de las FARC-EP; el comandante Raúl Reyes, miembro del Secretariado de dicha organización insurgente. La entrevista fue grabada en una zona de Colombia controlada por la guerrilla.

ANNCOL: Las FARC plantean la toma del poder, ¿cómo planean avanzar a este objetivo?

REYES: Las FARC estan luchando por el poder, esta luchando por una nueva Colombia. Las FARC luchan al lado del pueblo colombiano, de la mano del pueblo Colombiano, porque el carácter de las FARC es revolucionario y es pueblo en armas.

Es decir las FARC es pueblo, asi lucha por el poder politico para liberar a todo el pueblo, para que en nuestra sociedad no haya explotados ni explotadores, si no que podemos tener una sociedad justa donde desaparecen las desigualdades sociales y podemos construir una Colombia que beneficie los intereses de las mayorías nacionales.

El gran fenómeno de Colombia es que Colombia siendo un pais rico, un pais con 44 millones de habitantes, un pais poseedor de una posición estrategica muy importante en America de Sur, un pais con riquezas importantes en el suelo y en el subsuelo, en su biodiversidad, un pais con, inmensa posición adentro de la Amazonia, pues la mayoria de su gente es pobre.

El 80% de la población Colombiana está en la pobreza, y el 50% de la población está en la miseria, y la tendencia es de aumentar estas dos tendencias de pobreza y miseria o estas dos calamidades, mientras el 20% de los colombianos son los que viven del usufructo de las riquezas, viven de la corrupción, viven de la politiquería, viven del negocio tramposo, del peculado, del narcotráfico, viven de la intriga del crimen del estado.

Luego la situación de Colombia es muy difícil, porque el gobierno muestra unos crecimientos economicos, pero ese crecimiento economico no es para interes de lo pobres sino el interes del bolsillo de la oligarquia, entonces cuando se habla en Colombia que crecio el producto interno bruto, lo que ha crecido es el bolsillo y la chequera de la oligarquia colombiana, mientras los pobres cada día son mas, y mas sus necesidades, mas sus penurias y mas sus precupaciones porque el futuro de ellos y de sus hijos es impredecible.

ANNCOL: ¿Qué tanto éxito ha tenido el Movimiento Bolivariano, lanzado por las FARC en el 2000?

REYES: El movimiento bolivariano es una expresión del pueblo que tiene gran simpatía en amplios sectores intelectuales, políticos y sociales de nuestro país. Como en Colombia se cerraron los espacios hace muchos años, para la participación de las fuerzas progresistas, distintas a la lucha armada, encuentran en el Movimiento Bolivariano una expresión política, luchando por reivindicaciones políticas y sociales.

Este movimiento crece, pero como su carácter es clandestino, obviamente ninguno de sus participantes puede nombrarse públicamente miembro del Movimiento Bolivariano porque sería inmediatamente asesinado, mínimo encarcelado por las fuerzas gubernamentales, por las fuerzas del gobierno fascista.

Los integrantes del Movimiento Bolivariano trabajan de forma clandestina, pero crece mucho en los sectores intelectuales, en la docencia, en el estudiantado, en los sectores de trabajadores, de los desempleados tanto del campo como en la cuidad. Esperamos que en la medida que sea grande, de gran incidencia en la vida política y social del país puede irrumpir públicamente para participar de la vida politica cotidiana del pais.

ANNCOL: Las FARC tienen una propuesta de un gobierno clandestino, ¿Qué es esta propuesta?

REYES: No es un gobierno clandestino. Las FARC lo que tienen es una propuesta para un nuevo gobierno pluralista, patriótico y democrático.

Es un gobierno que se comprometa con la paz, que es un gobierno que se comprometa con la lucha contra el hambre, en la lucha por el empleo, en la lucha por mejores salarios, en la lucha por la salud y la educación de nuestro pueblo, un gobierno que se comprometa con la reforma agraria que necesita Colombia, un gobierno que se comprometa a defender la soberanía de Colombia, la libre determinación de su pueblo, un gobierno que no permita la intervención de el imperio en los asuntos internos del país, que es un gobierno que se comprometa en la reconstrucción de Colombia y en la reconciliación de su familia, pero bajo los ideales de la libertad, los derechos de nuestro pueblo.

ANNCOL: ¿Qué tan cerca están al objetivo de tomar el poder?

REYES: Nunca se le pueden poner plazos a objetivos tan grandes, tan importantes y de carácter estratégico como la toma del poder. Se tiene que dar el desarrollo de unas condiciones objetivas y subjetivas, entonces esto va a depender de la capacidad de lucha que tenga el pueblo colombiano, de la capacidad de movilización que tengan las fuerzas que lideran el proceso revolucionario, de la capacidad o incapacidad del enemigo también para mantenerse en el poder.

Obviamente las FARC y el pueblo colombiano quisieran que no existiera ese fenómeno, quisieran que ya estuviéramos a pocos días, a pocos meses, a pocos años de la toma del poder, pero es imposible ponerle a eso tiempo, porque puede ser que eso resulte dentro de dos o tres años, o antes, pero puede ser que se demore un poco más.

Yo particularmente no pienso que tiene mucha demora, porque ya es mucho lo que ha sufrido el pueblo colombiano, y es mucho el abuso, mucho el robo, mucha la corrupción, mucho el bandido que está en Colombia robándose nuestra riqueza, son muchos los crímenes, es mucha a gente que muere diariamente producto de la guerra de los capitalistas contra los pobres.


martes, mayo 04, 2004

La patota de la ESMA, en operaciones virtuales

Una serie de amenazas por mail a un medio barrial de Flores permitió descubrir una red de militantes masseristas por Internet. Hacen cartas, campañas, misas y amenazas anónimas.


Tamara Lempicka, Jorgelina Acosta, Juan Humor. Para la mayoría de las personas estos nombres quizá no digan nada, pero para muchos periodistas, militantes populares e integrantes de organismos de derechos humanos ya son moneda corriente. Son seudónimos de quienes los amenazan por correo electrónico, por teléfono o hasta personalmente. Las últimas intimidaciones, sufridas por la directora de una publicación barrial de Flores, originaron una investigación periodística que se zambulló en los rincones de la web para descubrir quiénes se ocultan detrás de esos mensajes. El resultado: se trata de miembros de agrupaciones muy cercanas a represores de la ESMA que reciclaron su forma de amedrentar. Dos de estas asociaciones convocaron para hoy a una misa frente al edificio donde funcionó el mayor centro clandestino del país para “desagraviar los destrozos ocurridos al finalizar el acto del 24 de marzo”.
“¿Por qué no te dejás de joder y vas a escrachar a Firmenich, a Perdía, a Vaca Narvaja o a Gorriarán, que ahora se reúne con los que raptó para disculparse?” El mensaje fue el primero de una larga lista de amenazas que recibió Diana Gagliano por mail desde que su revista Multiflores comenzó a ocuparse de la organización y cobertura del escrache de H.I.J.O.S. al médico represor Jorge Héctor Vidal. La firma del “Comando Massera” es la misma que en 1999 apareció ligada a una serie de intimidaciones contra las Madres de Plaza de Mayo y que en febrero de 2003 se atribuyó las amenazas, también por correo electrónico, contra los asambleístas que organizaron un repudio al almirante Emilio Massera. Aquella vez, mensajes firmados por “Tamara Lempicka” (una pintora polaca que escapó de la Revolución Rusa y se hizo nazi) y por “Memoria Completa” difundían los datos personales de Gimena Sakin, una de las oradoras del escrache al marino.
Gagliano hizo la denuncia ante el juzgado que encabeza Julio César Corvalán de la Colina, que todavía no ubicó a los intimidadores ocultos en la red. Ante esto, el periodista Sebastián Hacher, del portal Indymedia Argentina, decidió investigar quiénes son los admiradores de Massera. Con un buscador de Internet y con el número de IP (identificación de cada computadora) de los emisores, se encontró con que los mensajes provenían de un grupo de personas ligadas a la ESMA.
El primer nombre que surgió fue el de Silvia Abagnato. Gracias a su adicción al mail y los foros de discusión, bastó una simple recopilación de sus publicaciones para llegar a la conclusión de que varios de los correos habían sido enviados utilizando el servicio de su proveedor. Abagnato forma parte de “Argentinos por la Memoria Completa”, agrupación que hace tres años edita en la web Prensa Independiente, una publicación con reivindicaciones a la dictadura, historias de torturadores y llamados a revivir la represión.
Una de las actividades públicas de “Argentinos por la Memoria Completa” fue la conformación de una “Comisión Civil por la Libertad de Cavallo”. Allí, Eduardo Palacios Molina, Karina Mujica y Abagnato reclamaron que el ex capitán Ricardo Cavallo, miembro de un grupo de tareas de la ESMA, no fuera extraditado de México a España para ser juzgado por sus crímenes de lesa humanidad. Aunque el marino está acusado de 227 casos de detenciones ilegales, torturas sistemáticas, desapariciones forzosas y asesinatos, para los tres amigos es un “héroe de la lucha contra la subversión”.
Según investigó Hacher, Palacios Molina es un eterno enviador de cartas de lectores a cuanto medio se le cruce en el camino. Experto en escribir crónicas reivindicando la trayectoria de los más diversos torturadores, fue expulsado en diciembre del 2000 de Acción por la República, el partido del ex ministro Domingo Cavallo. En la actualidad también escribe en procubalibre. org.ar, el sitio de los anticastristas argentinos, y forma parte de la Unión Popular Liberal, un emprendimiento de derecha con base en San Isidro, Olivos y Béccar, donde vive Molina. Mujica es la más joven del grupo y cuando murió el almirante Horacio Zaratiegui, secretario privado de Massera, su emoción la llevó a escribir una carta donde contaba con orgullo que el marino solía llamarla “mi pequeña combatiente”.
Los datos que ofrecen las publicaciones del grupo develan a quienes se mueven alrededor de su círculo y comparten actividades, aspiraciones y campañas. El primero es el general retirado Oscar Guerrero, considerado uno de los mayores archivistas de la represión. Experto en juntar material de lo que él llama “la guerra revolucionaria en la Argentina”, Guerrero es propietario de la página web llamada “La década del ‘70”, donde reivindica la dictadura y fustiga a los desaparecidos.
Otro en la lista es el almirante Miguel Angel Troitiño. Este retirado fue arrestado el año pasado por firmar una solicitada en contra de la extradición de militares a España, en nombre de la “soberanía nacional, las leyes y la Constitución”. Siguiendo la vocación masserista, Troitiño intentó lanzarse a la política, fundando un partido que incluyó en su plataforma que “muchos desaparecidos están en México... o disfrutando de buena música en algún lugar del mundo”.
Acuña, habitué de La Nación, de donde fue cronista, es otro vinculado con la asociación. Autor de “Por amor al odio” y “Verbitsky, de La Habana a la Fundación Ford”, en sus escritos suele hacer gala de manejar datos provenientes de los servicios de inteligencia de la dictadura. En 1975 Acuña fue acusado de participar en la “Operación Colombo”, una campaña del gobierno de Pinochet para hacer creer que 119 desaparecidos chilenos estaban en la Argentina. En la actualidad Acuña forma parte de la comisión directiva de Aunar, una fundación vinculada con los carapintadas de Seineldín y dedicada a reivindicar a los torturadores.
El 22 de abril Infobae publicó que dos organizaciones integradas por civiles, militares y familiares “que piden una revisión del pasado en ambos sentidos” están convocando para hoy a las 17.30 a una misa “donde harán pública su crítica al acto realizado el 24 de marzo en la ESMA y desagraviarán los destrozos ocurridos en el edificio al finalizar ese acto que encabezó el presidente Néstor Kirchner”. La organización de la celebración, encabezada por el obispo castrense Antonio Baseotto, está en manos de las mismas agrupaciones: Aunar y Argentinos por la Memoria Completa. Piedra libre.

Informe: Martina Noailles.

Entrevista exclusiva con ANNCOL: “Ingrid Betancourt no era la candidata por la paz”, dice Raúl Reyes. Revela que las FARC tienen simpatía por el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, él es “un patriota venezolano”. Opina también que el terrorismo más peligroso que hay en el mundo, es el hambre.

03.05.2004 (ANNCOL) Hoy ANNCOL publica la primera parte de una entrevista grabada por nuestro corresponsal en una zona de Colombia controlada por la guerrilla. El corresponsal de ANNCOL entrevistó uno de los líderes principales de la organización insurgente de las FARC-EP; el comandante Raúl Reyes, miembro del Secretariado.

En la entrevista exclusiva, Reyes, habló del posible canje humanitario de prisioneros entre la guerrilla y el gobierno, la situación de la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, y el Presidente de Venezuela, entre otros temas de interés.

ANNCOL: ¿Por qué retuvieron a Ingrid Betancourt, la candidata a presidente?

REYES: Vea, a Ingrid la retuvieron por ser candidata presidencial del sistema gobernante colombiano. De Ingrid Betancourt no se sabía que tenía nacionalidad francesa, se vino a saber que tenía nacionalidad francesa ahora, después de estar retenida. Pero antes ella no era más que una candidata presidencial del mismo sistema, con algunos matices, algunas diferencias, más que todo para hacer política, para poder competir con Uribe Vélez en aquella época, con Horacio Serpa, con Lucho Garzón.

Ingrid no era ninguna candidata de la izquierda, no era una candidata que estuviera luchando por una Colombia distinta a la que tenemos hoy, no, era una candidata que estaba en un derecho también, hay que reconocerlo, de llegar a la Presidencia de a República, con un deseo de llegar a la Presidencia de la República.

Pero no era la candidata del pueblo, no era la candidata de la mayoría, no era la candidata contra el modelo neoliberal, no era la candidata por la paz. Hay gente que piensa que era la candidata de la paz, no es cierto.

Lo que pasa es que después de su captura, pues salen movilizaciones importantes para que el gobierno se sensibilice que hay que llegar a un acuerdo, y esas movilizaciones para conseguir el intercambio humanitario son saludables, nos parecen muy buenas, porque eso puede contribuir a un acuerdo que permita la liberación de todas las personas canjeables y la liberación de todos los guerrilleros y las guerrilleras que están en las cárceles colombianas contra su voluntad.

ANNCOL: ¿Qué relación tienen las FARC con el gobierno venezolano?

REYES: Las FARC tienen simpatía por el gobierno del presidente Hugo Chávez, porque es un gobierno bolivariano que está desarrollando un proceso bolivariano, es un gobierno bolivariano comprometido con los ideales de nuestro libertador. Venezuela es un país hermano de Colombia, nosotros le deseamos a todos los bolivarianos de Venezuela los mejores éxitos en la construcción de su gobierno, en la construcción de su modelo y aspiramos a que puedan salir adelante con su obra.

Esperamos que puedan entregar resultados beneficiosos para todo el pueblo venezolano, para que se construya en Venezuela un país en paz con justicia social y donde puedan enfrentar la arremetida violenta de la oligarquía venezolana que apoyada por la oligarquía colombiana están empeñados en sacar de la presidencia de Venezuela a Hugo Chávez, un patriota venezolano, un verdadero heredero de la gesta bolivariana que está comprometido en la defensa de los intereses de su pueblo.

Entonces le deseamos a Venezuela, a su presidente, a su gobierno y a todos los bolivarianos éxitos en esta lucha libertaria, en esta lucha emancipadora de hermandad y de continuidad de la obra de nuestro libertador Simón Bolívar.

ANNCOL: ¿Qué opina del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, ALCA?

REYES: De aprobarse el ALCA, las políticas del ALCA hacen mucho más calamitosa la vida de los colombianos y de todos los países que se metan dentro del ALCA. Lo que se busca con eso es recolonizar a nuestros países, convertir a Colombia en una colonia de los Estados Unidos y de sus políticas, es decir que Colombia quedaría anexa a Estados Unidos de América, sin derecho a nada sino completamente dependiente.

En eso está comprometido de pies a cabeza el antipatria de Uribe Vélez, de entregar a Colombia en brazos de los gringos, en brazos de los centros económicos mundiales. Las FARC se oponen con todas sus fuerzas a esa pretensión que por demás es violatoria de nuestra soberanía y de nuestra integridad territorial.

ANNCOL: Ultimamente ha habido grandes movilizaciones populares en Bolivia, Ecuador y Argentina. ¿Qué piensan las FARC al respecto?

REYES: Las FARC tiene una politica internacional de respeto a todos los pueblos del mundo. Respeto a los pueblos en primer lugar, respeto a autoridades que nombran esos pueblos, de respeto a su libre auto determinación, de respeto a su cultura, a sus costumbres a sus politicas.

Pero lo que vemos que estan haciendo los pueblos de Bolivia, los pueblos de Ecuador, los pueblos de otras partes de la region y del mundo es que estan luchando contra los efectos devastadores, expuliadores, empobrezadores, que ha generado el modelo neoliberal, y que genera la globalización, la guerra del imperio contra los pueblos del mundo, hecha a traves del Fondo Monetario Internacional, a traves del Banco Mundial, a traves del Banco Interamericano de Desarrollo.

Es que son miles de millones de seres humanos del llamado tercer mundo que padecen hambre, que hoy no han podido desayunar, y tampoco podrán desayunar mañana, que sus niños estan muriendo de desnutrición. Entonces el verdadero crimen, el verdadero terrorismo que desarrollan los grupos económicos mundiales se expresa en la muerte permanente de hombres, mujeres y niños, producto del hambre. Ese es el terrorismo más peligroso que hay en el mundo, la gente que muere por hambre, para que unos pocos se apropien de las grandes riquezas de la mayoría.

lunes, mayo 03, 2004

Como en Girón y otros momentos decisivos de nuestras luchas:

¡Viva el socialismo!

(DISCURSO PRONUNCIADO POR EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE CUBA, FIDEL CASTRO RUZ, EN EL ACTO POR EL DÍA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES, EFECTUADO EN LA PLAZA DE LA REVOLUCIÖN, EL PRIMERO DE MAYO DEL 2004)

Entrañables invitados

Queridos compatriotas:

Esta es la conmemoración número 45 del Día glorioso de los Trabajadores, que celebramos desde el triunfo de la Revolución.

Cosas de gran trascendencia están ocurriendo tanto en el exterior como dentro de nuestro país.

La Revolución prosigue victoriosa con más fuerza política y éxitos que nunca. Hemos tenido recientes pruebas: las reuniones de Ginebra el 15 y el 22 de abril pasarán a la historia de la diplomacia revolucionaria. Señalan el instante en que la gran hipocresía, la mentira permanente y el cinismo con que los dueños del mundo pretenden preservar su podrido sistema de dominación política y económica impuesto a la humanidad, recibieron un golpe contundente.

Nuestro país había sido sentado una vez más en el banquillo de los acusados. La nueva administración de Estados Unidos junto a los estados de la Unión Europea cometieron el error de olvidar que en el extremo oriental de Cuba, en un espacio de 117,6 kilómetros cuadrados ocupado por la fuerza, donde está instalada la base naval de Guantánamo ―lo que ya de por sí constituye un grosero ultraje a los derechos soberanos de un país pequeño y a las leyes internacionales―, existía en ese mismo instante uno de los más grotescos casos de violación de los derechos humanos que han tenido lugar en el mundo. Nunca fuimos consultados previamente. Simplemente se nos informó la decisión tomada por el gobierno de Estados Unidos de trasladar a los prisioneros a esa base.

El día 11 de enero del 2002 el gobierno de Cuba publicó una declaración en la que se exponía con toda claridad la posición de nuestro país.

La opinión pública mundial conoce que, después del horrible crimen cometido contra las Torres Gemelas de Nueva York, el hecho fue condenado de forma unánime por todas las personas conscientes del planeta.

Sin embargo, el gobierno de la nación más poderosa de la Tierra, despreciando toda norma relacionada con lo que el mundo conoce como principios elementales de los derechos humanos, creó esa horrorosa prisión donde se mantienen secuestrados cientos de ciudadanos de numerosos países del mundo, entre ellos los de los propios aliados de Estados Unidos, sin juicio, sin comunicación, sin identificación, sin defensa legal, sin garantía alguna de integridad física, sin ley procesal ni penal, y sin límite de tiempo. Pudo emplear territorio propio para tan extraño aporte a la civilización, pero lo hizo en el trozo de tierra que ocupa ilegalmente y por la fuerza en otro país, Cuba, a la que acusa todos los años en Ginebra de violar los derechos humanos.

A pesar de eso, suceden cosas admirables en la Comisión de Derechos Humanos.

En las actuales condiciones del mundo predomina el temor generalizado al feroz imperio, sus amenazas, presiones y represalias de todo tipo, especialmente contra los países más vulnerables del Tercer Mundo. Votar en Ginebra contra una resolución elaborada e impuesta por Estados Unidos, en especial si va dirigida contra Cuba, el país que durante casi medio siglo ha desafiado su arrogancia y prepotencia, se convierte en un acto casi suicida. Incluso los estados más fuertes e independientes se ven obligados a tomar en consideración las consecuencias políticas y económicas de su decisión.

A pesar de esos factores, como pudo apreciarse hace breves días en Ginebra, basados en sólidos principios unos y en un acto de singular valentía otros, 20 países además de Cuba se opusieron a la resolución y 10 se abstuvieron con dignidad y respeto a sí mismos. De 53 miembros de la Comisión, sólo se habían plegado a la infamia 22 de ellos, incluido Estados Unidos.

De América Latina, siete, entre ellos cuatro que sufren gran pobreza social y económica, sumamente dependientes y con gobiernos obligados a la abyección total. Nadie los considera estados independientes. Son hasta ahora una simple ficción.

Perú, el quinto gobierno latinoamericano que votó con el de Estados Unidos contra Cuba, constituye un ejemplo del grado de abyección y dependencia a que han conducido el imperialismo y su globalización neoliberal a muchos estados de América Latina, a los cuales arruinan políticamente en un abrir y cerrar de ojos.

El Jefe de Estado peruano en solo unos meses ha visto reducir su popularidad a solo el 8 por ciento. Es absolutamente imposible enfrentar los colosales problemas económicos y sociales que afectan a ese país con tan insignificante apoyo. En realidad, no dirige ni puede dirigir nada. De eso se encargan las transnacionales y los oligarcas hasta que la sociedad estalla, como ya empieza a ocurrir en más de un país.

Restan los gobiernos de Chile y México.

Al primero no voy a juzgarlo. Prefiero que Salvador Allende, que cayó combatiendo y ocupa ya un sitial de honor y gloria en la historia de este continente, y los miles de chilenos desaparecidos, torturados y asesinados por designios de quien elaboró y propuso la resolución para condenar a Cuba ―donde jamás ocurrió uno solo de esos hechos u otros similares―, y en nombre de ellos, los que portan en Chile las nobles ideas y la aspiración de construir una sociedad verdaderamente humana, juzguen la conducta del presidente de Chile en Ginebra.

En México, pueblo entrañable y hermano para todos los cubanos, el Congreso Nacional solicitó a su Presidente abstenerse de apoyar la resolución que le demandó el presidente Bush. Duele profundamente que tanto prestigio e influencia ganados en América Latina y en el mundo por su intachable política internacional, emanada de una revolución verdadera y profunda, hayan sido convertidos en cenizas. La solidaridad y el apoyo de América Latina para México, y de México para América Latina, son vitales. Más de la mitad del territorio de México le fue arrebatada por su vecino del Norte y enormes riesgos amenazan al que le resta. Prácticamente la frontera de Estados Unidos con México no está ya en el río Bravo del que hablaba Martí. Estados Unidos está mucho más dentro de México. Aquella frontera es hoy la línea de la muerte, donde alrededor de 500 mexicanos pierden la vida cada año. Todo en virtud de un brutal y despiadado principio: libre tránsito para los capitales y las mercancías; persecución, exclusión y muerte para los seres humanos. Pese a ello, millones de mexicanos corrieron ese riesgo. Hoy el país recibe más ingresos por sus remesas que por las exportaciones de petróleo, a pesar del elevado precio actual de este.

¿Acaso una situación tan desigual e injusta se resolverá votando resoluciones contra Cuba en Ginebra y acusándola de violar los derechos humanos?

Lo peor y más humillante para México fue que las noticias relativas a su votación en Ginebra, tanto el día 15 como el 22, eran anunciadas desde Washington.

La Unión Europea, igual que siempre, votó en bloque, como mafia aliada y subordinada a Washington.

Estas sucias e inmorales manifestaciones de toda la vida contra la Revolución Cubana nunca alcanzaron éxito alguno hasta el derrumbe del campo socialista. Una plaga de renegados, ansiosos de créditos y mercancías de la sociedad de consumo, se sumó a la mafia de la Comunidad Europea. Entonces lograron esos mezquinos partos en la Comisión de Derechos Humanos: resoluciones extraídas con fórceps, en la reñida batalla que Cuba jamás ha dejado de librar contra la comedia infame que el imperio, sus aliados, secuaces y vasallos imponen, para obtener uno o dos votos de ventaja frente a la oposición y la abstención del 60 por ciento de los miembros de la Comisión. A esas victorias pírricas las califica el imperio de éxitos y condena a Cuba, a pesar de que cada año los esfuerzos y el costo político son mayores.

Cuando este año Cuba propuso el envío de un representante de la Comisión para ver lo que sucedía en la base naval de Guantánamo, cundió el pánico en la manada de hipócritas, especialmente en los de la Comunidad Europea. Se derrumbaba la moral. Algunos gobiernos europeos estaban realmente avergonzados, tenían que confesar su inconsecuencia e hipocresía, o algo imposible: desacatar al imperio. Eso era mucho para tan augustos defensores de los derechos humanos, cuyos dardos van dirigidos sólo a los que fueron sus colonias durante siglos, donde eliminaron decenas de millones de indios y transportaron de África incontables seres humanos que fueron convertidos en esclavos, con menos libertad que los animales de trabajo. Así tratan a miles de millones de habitantes del Tercer Mundo, víctimas del saqueo, el intercambio desigual y la extracción de sus riquezas naturales y de todas las divisas convertibles de las reservas de sus bancos centrales, que son depositadas en los bancos de Estados Unidos principalmente, o de Europa, con las cuales éstos financian inversiones, los déficits comerciales y presupuestales y las aventuras militares del imperio y sus aliados.

Ante la proposición cubana en Ginebra, de nuevo Bush en persona y sus más importantes jerarcas tuvieron que moverse frenéticamente llamando personalmente a Presidentes y Jefes de Estado. Nadie sabe de dónde sacó tanto tiempo, ni cómo pudo ocuparse de Iraq, de los problemas financieros del Estado, de los banquetes para la recaudación de fondos y los actos de la campaña electoral. Quizás no sea justo llamarlo Führer. Tal vez es un genio.

¿Por qué Bush puede hablar de un déficit presupuestal de 512 mil millones de dólares y otro déficit comercial similar, un total de un millón de millones de dólares en solo un año? Porque manipula y gasta las divisas de la inmensa mayoría del mundo para defender esos y otros privilegios. Se arman hasta los dientes con los más sofisticados equipos bélicos y llevan a cabo guerras de conquista en busca de materias primas.

La situación internacional es compleja. La política aventurera de la actual administración ha conducido al mundo a problemas cada vez más insolubles. El orden económico impuesto es cada vez más insostenible.

En España ha tenido lugar un hecho grandioso y estimulante. Fue obra extraordinaria y casi exclusiva del pueblo español, en especial de sus jóvenes. Su heroica batalla política de apenas 48 horas, después de la tragedia y en vísperas de las elecciones, asestó un golpe demoledor a la pérfida maniobra del anterior gobierno de España para manipular a su favor y en el de los intereses belicistas de Estados Unidos la horrible acción del 11 de marzo.

El actual gobierno ha cumplido su promesa de retirar las tropas españolas de Iraq. Es sin dudas una acción loable. Pero el estado español bajo el anterior gobierno asumió la responsabilidad de reclutar a un número considerable de jóvenes dominicanos, hondureños, salvadoreños y nicaragüenses para ser enviados como carne de cañón a Iraq bajo el mando de la Legión Española, caso único en la historia de este hemisferio. España, que como antigua metrópolis de los pueblos latinoamericanos aspira a recibir respeto y consideraciones, e incluso a desempeñar determinado papel en América Latina y el Caribe, tiene la responsabilidad y el deber moral de luchar por el regreso definitivo a su patria de los jóvenes latinoamericanos que fueron enviados a Iraq por gestiones del anterior gobierno.

Los pueblos del mundo, entre ellos el de Cuba, no odian al pueblo de Estados Unidos ni desean la muerte de jóvenes soldados norteamericanos, muchos de ellos negros, mestizos y latinoamericanos, a los que la pobreza y el desempleo llevó al oficio de las armas, y hoy son víctimas de una guerra innecesaria y estúpida; no apoyamos en Iraq a gobierno alguno ni a determinados sistemas políticos, que es prerrogativa exclusiva de los iraquíes; fuimos solidarios con los que murieron en los atentados en Nueva York o en Madrid, y condenamos tales métodos. La enorme y creciente simpatía mundial hacia el pueblo de Iraq fue generada por los brutales bombardeos sobre Bagdad y otras ciudades, que causaron terror y muerte entre civiles inocentes, sin tomar para nada en cuenta el trauma terrible que a millones de menores, adolescentes, mujeres gestantes, madres y ancianos, los acompañará toda la vida, sin justificación posible y a base de groseras mentiras. Esas simpatías se multiplican, porque miles de millones de personas tomaron conciencia de que se trataba de una guerra de conquista para apoderarse de los recursos y las materias primas que posee el país, porque no había justificación ni legalidad alguna, porque fueron violadas las normas internacionales, porque la autoridad y las prerrogativas de las Naciones Unidas fueron desacatadas.

El pueblo de Iraq lucha hoy por su independencia, su vida, la vida de sus hijos y sus legítimos derechos y recursos.

El gobierno de Estados Unidos enfrenta por ello una complicada situación, porque quiso seguir la línea de la violencia, la guerra y el terror. Tengo autoridad moral para sostener este punto de vista, porque mucho antes de desatarse la política guerrerista, el 11 de septiembre del 2001, día exacto del horrendo ataque a las Torres Gemelas, en un acto de inicio de curso de 4.500 jóvenes maestros primarios, dije textualmente:

"Es muy importante saber cuál va a ser la reacción del gobierno de Estados Unidos. Posiblemente vengan días peligrosos para el mundo, no estoy hablando de Cuba. Cuba es el país que más tranquilo está por diversas causas: por nuestra política, por nuestras formas de lucha, por nuestra doctrina, nuestra ética, y, además, compañeras y compañeros, por la ausencia total de temor."

[...]

"Los días próximos van a ser tensos dentro de Estados Unidos y fuera de Estados Unidos, empezarán a emitir opiniones no se sabe cuánta gente.

"Siempre que ocurre una tragedia de estas, por difíciles que puedan ser a veces de evitar, no veo otro camino, y si en alguna ocasión es permitido hacerle una sugerencia al adversario ―adversario que ha sido duro con nosotros durante muchos años―, si fuese correcto en alguna circunstancia sugerir algo al adversario, en aras del bienestar del pueblo norteamericano y basándome en los argumentos que expuse, les sugeriríamos a los que dirigen el poderoso imperio que sean serenos, que actúen con ecuanimidad, que no se dejen arrastrar por raptos de ira o de odio, ni se lancen a cazar gente lanzando bombas por todas partes.

"Reitero que ninguno de los problemas del mundo, ni el del terrorismo, se pueden resolver por la fuerza, y cada acción de fuerza, cada acción disparatada del uso de la fuerza, en cualquier parte, agravaría seriamente los problemas del mundo.

"El camino no es la fuerza ni la guerra. Lo digo aquí con toda la autoridad de haber hablado siempre con honradez, poseer convicciones sólidas y la experiencia de haber vivido los años de lucha que ha vivido Cuba. Solo la razón, la política inteligente de buscar la fuerza del consenso y la opinión pública internacional puede arrancar de raíz el problema. Creo que este hecho tan insólito debiera servir para crear la lucha internacional contra el terrorismo; pero la lucha internacional contra el terrorismo no se resuelve eliminando a un terrorista por aquí y otro por allá; matando aquí y allá, usando métodos similares y sacrificando vidas inocentes. Se resuelve poniendo fin, entre otras cosas, al terrorismo de Estado y otras formas repulsivas de matar, poniendo fin a los genocidios, siguiendo lealmente una política de paz y de respeto a normas morales y legales que son ineludibles. El mundo no tiene salvación si no sigue una línea de paz y de cooperación internacional."

A muchos la guerra de Iraq les hace rememorar la de Viet Nam. A mí me trae el recuerdo de la guerra de liberación argelina, cuando la potencia militar francesa se estrelló contra la resistencia de un pueblo de cultura, idioma y religión muy diferentes que, en lugares tan desérticos como muchas regiones de Iraq, se las arregló para derrotar a las tropas francesas y a toda su tecnología, bastante avanzada en aquel entonces. Antes habían sufrido la derrota de Dien Bien Phu, donde a punto estuvieron los antecesores de Bush de usar el arma nuclear. En ese tipo de guerra todo el arsenal de una superpotencia hegemónica sobra. Ésta puede, con su inmenso poder, conquistar un país, pero no es posible administrarlo y gobernarlo si su población lucha resueltamente contra los ocupantes.

Nunca imaginé que un día el señor Bush escribiría con humildad una atenta carta al Presidente de Siria y pediría a las autoridades del gobierno de Irán, países hasta ahora considerados estados terroristas, que lo ayudaran a resolver el conflicto de Iraq. Mucho más sorprendente resulta que hace dos días, según noticias cablegráficas, la infantería de marina norteamericana fuese retirada de Fallujab, y en su lugar se destacaran allí militares iraquíes con un ex general del ejército de Saddam Hussein al frente. No critico ningún esfuerzo de paz o iniciativa que decida tomar la actual administración de Estados Unidos, pero dudo mucho que pueda haber otra solución que la retirada de las tropas norteamericanas de ese país, adonde nunca debió enviarlas, y devolverle al pueblo de Iraq su plena independencia. Eso tendría el apoyo de la comunidad internacional, que sin duda encontrará la forma para resolver la compleja situación allí creada.

Mientras tanto, los cubanos seguiremos observando los acontecimientos y continuaremos librando nuestra lucha más decidida frente a los que se dan hasta el lujo de preconizar tránsitos políticos basados en la desaparición física de algunos de nosotros. Lo peor es que los que hablan de acelerar tales tránsitos políticos son personajes cuyas ideas asesinas de siempre conocemos bien.

Ahora de nuevo se desgañitan amenazando con próximas medidas para afectar la economía y desestabilizar el país. Bien valdría que nos devolvieran a nuestros cinco Héroes Prisioneros del Imperio, que soportan con insuperable dignidad el más bochornoso y cruel caso de violación de los derechos humanos. Su suerte en las prisiones del gobierno federal, donde están totalmente separados, no tiene mucho que envidiarle a la de los secuestrados en la base naval de Guantánamo. Aun a pesar de todo eso, no vacilamos en sugerirles a los gobernantes de Estados Unidos que sean más serenos, más sensatos, más cuerdos y más inteligentes.

A los que persistan en destruir la Revolución, en nombre de la inmensa multitud que se reúne aquí este Primero de Mayo, les digo sencillamente como en Girón y otros momentos decisivos de nuestras luchas:

¡Viva el socialismo!

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!



La ideología estadounidense


Por Samir Amin*


Traducción: Loles Oliván, CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

"Animada por su éxito reciente, la extrema derecha controla en la actualidad los resortes del poder en Washington. La alternativa que se ofrece está clara: o bien se acepta la hegemonía de EEUU y el 'liberalismo'a ultranza que promueve -y que significa poco más que una exclusiva obsesión por hacer dinero- o se rechazan ambos. En el primer caso, estaremos dando a Washington vía libre para 'rediseñar' el mundo a imagen de Texas. Solo eligiendo la segunda opción podremos ser capaces de hacer algo para contribuir a la reconstrucción de un mundo que sea esencialmente plural, democrático y pacífico".

Hoy, EEUU está gobernado por una junta de criminales de guerra que llegaron al poder a través de une especie de golpe [de Estado]. Aquel golpe pudo haber estado precedido por unas (dudosas) elecciones: pero no debemos olvidar que Hitler fue igualmente un político elegido. En esta analogía, el 11 de septiembre cumple la función del "incendio del Reichstag" [1], permitiendo a la Junta garantizar sus poderes de fuerza policial similares a aquellos de la Gestapo. Tienen su propio Mein Kampf -la Estrategia de Seguridad Nacional [2]-, sus propias asociaciones de masas -las organizaciones patrióticas- y sus propios predicadores [3]. Es vital que tengamos el coraje de decir esas verdades y de dejar de enmascararlas en frases como "nuestros amigos estadounidenses" que han dejado de tener significado.

La cultura política es el producto a largo plazo de la Historia. Como tal, es obviamente específica de cada país. La cultura política estadounidense es claramente distinta de lo que ha emergido en la historia del continente europeo: mediante el establecimiento de Nueva Inglaterra por sectas protestantes extremistas se ha configurado el genocidio de los pueblos indígenas del continente, la esclavitud de los africanos y la emergencia de comunidades segregadas por sus especificidades étnicas como resultado de sucesivas oleadas migratorias durante el siglo XIX.

La modernidad, el secularismo y la democracia no son el resultado de una evolución en las creencias religiosas o siquiera revolucionarias; por el contrario, es la fe la que ha tenido que ajustarse para satisfacer las exigencias de estas nuevas fuerzas. Este ajuste no se ha producido exclusivamente en el protestantismo; tuvo el mismo impacto en el mundo católico aunque de modo distinto. Se creó un nuevo espíritu religioso, liberado de todo dogma. En ese sentido, no fue la Reforma la que otorgó la precondición para el desarrollo capitalista, aunque la tesis de Weber ha sido ampliamente aceptada en las sociedades protestantes de Europa, que fueron favorecidas por la importancia que les dio. Tampoco la Reforma representa interpretaciones tempranas del cristianismo; al contrario, la Reforma fue simplemente la más primitiva y confusa forma de una ruptura.

Un aspecto de la Reforma fue el trabajo de las clases dominantes conducidas por la creación de iglesias nacionales (anglicana o luterana) controladas por dichas clases. Como tales, esas iglesias representaron un compromiso entre la burguesía emergente, la monarquía y los grandes terratenientes, a través del cual pudieron acorralar la amenaza que representaban los pobres y los campesinos.

Marginar con eficacia la idea católica de universalidad estableciendo iglesias nacionales sirvió, en particular, para reforzar el poder de la monarquía, fortaleciendo su autoridad como árbitro entre las fuerzas del Antiguo Régimen y aquéllas de la burguesía ascendiente, y reforzar el nacionalismo de esas clases, retrasando, con ello, la emergencia de nuevas formas de universalismo que serían promovidas más tarde por el socialismo internacionalista.

Sin embargo, otros aspectos de la Reforma fueron conducidos por las clases más bajas que eran las principales víctimas de las transformaciones sociales provocadas por el nacimiento del capitalismo. Esos movimientos recurrieron a formas de lucha tradicionales derivadas de los movimientos milenaristas de las Edad Media. Como resultado, lejos de abrir el camino, estuvieron predestinadas a retrasar las necesidades de su tiempo. Las clases dominantes tendrían que esperar hasta la Revolución Francesa -y a sus formas de movilización democrática, popular, laica y radical- y al advenimiento del socialismo para hallar vías [que permitieran] articular efectivamente sus exigencias al respecto de las nuevas condiciones en las que vivían. Los primeros grupos protestantes modernos, por el contrario, se cimentaron en ilusiones fundamentalistas y ello, en cambio, favoreció la réplica infinita de sectas esclavas del mismo tipo de visión apocalíptica que prolifera actualmente en EEUU.

Las sectas protestantes que se vieron obligadas a emigrar en el siglo XVII desde Inglaterra habían desarrollado una forma de cristianismo diferenciado tanto del catolicismo como del dogma ortodoxo. Por ello, su imagen del cristianismo no era compartida siquiera por la mayoría de los protestantes europeos, incluidos los anglicanos, de donde emergió la mayoría de la clase gobernante británica. En términos generales, podemos decir que la genialidad esencial de la Reforma fue reclamar el Antiguo Testamento que había sido marginado por el catolicismo y la Iglesia Ortodoxa cuando definieron al cristianismo como una ruptura con el Judaísmo. Los protestantes resituaron al cristianismo en su lugar como sucesor legítimo del Judaísmo.

Legitimidad bíblica

La particular forma de protestantismo que hallo su vía en Nueva Inglaterra sigue configurando la ideología estadounidense en la actualidad. Primero, facilitó la conquista del "Nuevo Continente", instruyendo su legitimidad en base a referencias bíblicas (la referencia bíblica de la violenta conquista de Israel de la "Tierra Prometida" es un tema constantemente reiterado en el discurso de EEUU). Más tarde, EEUU extendió su misión encomendada por Dios hasta abarcar el mundo en su totalidad. Por ello, los estadounidenses han comenzado a verse a sí mismos como el "pueblo elegido" (en la práctica, un sinónimo del término nazi Herrenvolk). Esta es la amenaza a la que hacemos frente en la actualidad. Y por ello el imperialismo estadounidense (y no el Imperio) será incluso más brutal que sus predecesores, la mayoría de los cuales nunca reivindicaron estar investidos por una misión divina.

No estoy entre los que creen que el pasado solo puede repetirse. La Historia transforma a los pueblos. Eso es lo que ha pasado en Europa. Sin embargo, desgraciadamente, la historia de EEUU, lejos de trabajar por la erradicación de sus horribles orígenes, ha reforzado aquel horror y ha perpetuado sus efectos. Ello es así tanto para la "Revolución americana" como para la colonización del país mediante sucesivas olas migratorias.

A pesar de los intentos actuales de promover sus virtudes, la "Revolución americana" no fue más que una limitada guerra de independencia bastante desprovista de cualquier dimensión social. En ningún caso en el curso de su revuelta contra la monarquía británica intentaron los colonos americanos transformar las relaciones económicas y sociales: simplemente rechazaron seguir compartiendo los beneficios con las clases gobernantes de la metrópoli. Querían el poder para sí mismos no para cambiar las cosas sino para seguir haciéndolas igual -aunque con más determinación y mayores márgenes. El objetivo prioritario era proceder a la colonización del Oeste que implicaba, entre otras cosas, el genocidio de los americanos nativos. Igualmente, los revolucionarios nunca cambiaron la esclavitud. De hecho, la mayoría de los líderes revolucionarios eran propietarios de esclavos y sus prejuicios sobre esta cuestión se demostraron inquebrantables.

El genocidio de los nativos americanos estaba implícito en la lógica de la nueva elección de la misión divina para los pueblos. Su masacre no puede ser condenada simplemente sobre la base de la moral de un pasado arcaico y distante. Hasta 1960, el acto del genocidio se proclamaba bien abierta y orgullosamente. Las películas de Hollywood oponían al bien de los cowboys el diablo nativo americano, y esta tergiversación del pasado ha sido central en la educación de sucesivas generaciones.

Lo mismo ocurre con la esclavitud. Tras la independencia, tuvo que pasar cerca de un siglo antes de que la esclavitud fuera abolida. Y a pesar de las demandas de la Revolución Francesa en el sentido contrario, cuando se produjo el hecho de la abolición no tuvo nada que ver con la moralidad (solo se produjo porque la esclavitud ya no servía a la causa de la expansión capitalista). Así, los afro-americanos tendrían que esperar otro siglo para que se les concediese unos mínimos derechos civiles. E incluso entonces, el racismo profundamente arraigado de las clases dirigentes ha sido difícilmente desafiado. Hasta la década de los 60 el linchamiento siguió siendo un hecho habitual que procuraba un pretexto en los pic-nics familiares. De hecho, la práctica del linchamiento persiste en la actualidad, de modo más discreto e indirecto, en las vías de un sistema judicial que envía a miles de personas a la muerte (la mayoría afro-americanos) a pesar del conocimiento general de que al menos la mitad de los condenados son inocentes.

Migración e individualismo

Las sucesivas olas de inmigración han ayudado igualmente al reforzamiento de la ideología estadounidense. Los inmigrantes no son en modo alguno responsables de la miseria y la opresión que causan sus exilios. Dejan su tierra como víctimas. Sin embargo, la emigración significa igualmente la renuncia a la lucha colectiva para cambiar las condiciones en sus países de origen; cambian su sufrimiento por la ideología individualista del país receptor desarraigándose. Este cambio ideológico sirve igualmente para retrasar la emergencia de la conciencia de clase que escasamente tiene tiempo a desarrollarse antes de que una nueva oleada de inmigrantes llega para ayudar a abortar su expresión política. Desde luego, la migración contribuye también al "fortalecimiento étnico" de la sociedad estadounidense. La noción de "éxito individual" no excluye el desarrollo de fuertes comunidades étnicas de apoyo (irlandesa, o italiana, por ejemplo) sin las que el aislamiento individual resultaría insoportable. Sin embargo, también en esto, el fortalecimiento de identidades étnicas es un proceso que el sistema estadounidense cultiva únicamente para recuperarlo ya que debilita inevitablemente la conciencia de clase y la ciudadanía activa.

Así, mientras el pueblo de París se estaba preparando para "asaltar el cielo" (según la Comuna de 1871), las ciudades de EEUU proporcionaron el escenario para una serie de guerras asesinas entre bandas formadas por generaciones sucesivas de pobres emigrantes (irlandeses, italianos, etc.) cínicamente manipulados por las clases dirigentes.

Hoy en EEUU no hay un partido de los trabajadores ni lo ha habido nunca. Los poderosos sindicatos de trabajadores son apolíticos en su más amplio sentido del término. No tienen vínculos con partido alguno con el que puedan compartir y expresar sus preocupaciones; ni han sido nunca capaces de articular una visión socialista propia. Por el contrario, suscriben, como todo el mundo, la ideología liberal dominante que de este modo permanece incontestada. Cuando luchan, lo hacen sobre la base de una agenda limitada y concreta que en modo alguno cuestiona el liberalismo. En este sentido, eran y siguen siendo posmodernistas.

Sin embargo, para las clases trabajadoras, las creencias comunitarias no pueden proporcionar un substituto a la ideología socialista. Ello es cierto incluso para los afro-americanos, la comunidad más radical de EEUU, ya que la lucha de ideologías comunitarias está, por definición, limitada a la lucha contra el racismo institucionalizado.
Uno de los aspectos más desatendidos de las diferencias entre las ideologías europeas (en su diversidad) y la ideología estadounidense es el impacto de la Ilustración en su desarrollo. Sabemos que la filosofía de la Ilustración fue la cuestión decisiva para el lanzamiento de la creación de las culturas e ideologías modernas de Europa y su impacto sigue siendo considerable hasta hoy, no solo en los centros del desarrollo capitalista, bien sean católicos (Francia) o protestantes (Gran Bretaña y Holanda), sino también en Alemania y Rusia.

Ello contrasta con EEUU, donde la Ilustración tuvo solo un impacto marginal que atrajo únicamente a una minoría aristocrática (y favorable a la esclavitud) [representada] en ese grupo encarnado en la posteridad por Jefferson, Madison y unos pocos más. En general, las sectas de Nueva Inglaterra fueron indemnes al espíritu crítico de la Ilustración y su cultura permaneció más próxima a las Brujas de Salem que al impío racionalismo de las Luces.

Los frutos de ese rechazo emergieron cuando la burguesía yanqui llegó a la mayoría de edad. En Nueva Inglaterra emergió una creencia simple y errónea que mantenía que la Ciencia (es decir, las ciencias puras, como la Física) deberían determinar el destino de la sociedad -una opinión que ha sido ampliamente compartida en EEUU durante más de un siglo, no solo entre la clase dirigente, sino también entre la gente común.

La substitución de ciencia por religión explica algunos de los rasgos sobresalientes de la ideología estadounidense. Explica por qué la filosofía es tan insignificante, porque ha sido reducida al empirismo más reductor. Explica igualmente el frenético esfuerzo de reducir las ciencias humanas y sociales a ciencias puras (es decir, duras): así, la Economía pura ocupa el lugar de la Economía política y la ciencia de los genes reemplaza a la Antropología y la Sociología. Esta última y desafortunada aberración proporciona otro punto de conexión entre la ideología estadounidense contemporánea y la ideología nazi que ha sido favorecido sin duda por el profundo racismo que recorre toda la historia de EEUU. Otra aberración causada por esta peculiar visión de la ciencia es una debilidad por la especulación cosmológica (de la cual la teoría del Big-Bang es el ejemplo más conocido).

Entre otras cosas, la Ilustración nos enseñó que la Física es la ciencia [que estudia] ciertos aspectos limitados del universo que han sido distinguidos como objetos de investigación, no la ciencia del universo en su totalidad (que es un concepto metafísico más que científico). A este nivel, el sistema de pensamiento estadounidense está más cerca de los intentos pre-modernos de reconciliar la fe y la razón que de la tradición científica moderna. Esta visión regresiva fue perfectamente adaptada a los propósitos de las sectas protestantes de Nueva Inglaterra y al tipo de sociedad religiosa omnipresente que produjeron. Como sabemos, es este tipo de regresión lo que hoy amenaza a Europa.

Democracia y mercado

Estos dos factores que configuran la formación histórica de la sociedad estadounidense -una ideología bíblica dominante y la ausencia de un partido de los trabajadores- se han combinado para producir una situación completamente nueva: un sistema regido de facto por un único partido, el partido del capital.

Los dos segmentos que integran este partido comparten la misma fórmula fundamental del liberalismo. Ambos dirigen únicamente la minoría que participa en este tipo de democracia truncada e impotente (un 40% del electorado). Como la clase trabajadora, por regla general, no vota, cada segmento del partido tiene su propia clientela de clase media para la cual ha ajustado su discurso. Ambos han esculpido su propio electorado compuesto de ciertos segmentos de intereses capitalistas (lobbies) y grupos de apoyo comunitarios.

La democracia estadounidense actual constituye el modelo avanzado de lo que yo he denominado "democracia de baja intensidad". Su funcionamiento está basado en la separación total entre la gestión de la vida política a través de la práctica de la democracia electoral y la gestión de la vida económica que está gobernada por las leyes de la acumulación de capital. Más aún, esta separación no está sujeta a forma alguna de cambio radical; forma parte de lo que puede ser denominado el consenso general. Sin embargo, es esa misma separación lo que destruye efectivamente todo el potencial creativo de la democracia política. Castra las instituciones representativas (parlamentos y otras) que de manera impotente están rendidas por su sumisión al mercado y a sus dictados. En este sentido, la elección entre votar a los demócratas o a los republicanos es en el fondo fútil porque lo que determina el futuro del pueblo estadounidense no es el resultado de las preferencias electorales sino las variaciones de los mercados financieros y de otros mercados.

Como resultado, el Estado estadounidense existe exclusivamente para servir a la economía, es decir, al capital, al que obedece enteramente abandonando las cuestiones sociales. El Estado puede funcionar de este modo por una razón primordial: porque el proceso histórico que formó la sociedad estadounidense ha bloqueado el desarrollo de una conciencia política de las clases trabajadoras.

Ello contrasta con los Estados europeos que han sido (y pueden convertirse de nuevo en) el foro obligado en el que se han desarrollado las confrontaciones entre los grupos con intereses sociales. Es por ello que los Estados europeos favorecen los compromisos sociales que se invierten en prácticas democráticas con significado real. Cuando la lucha de clases y otras luchas políticas no fuerzan al Estado a funcionar de este modo, cuando no pueden seguir siendo autónomas frente a la lógica exclusiva de la acumulación del capital, la democracia se convierte en un ejercicio completamente inútil, como ocurre en EEUU.

La combinación de una práctica religiosa dominante -y su explotación por medio del discurso fundamentalista- con la ausencia de conciencia política entre las clases oprimidas, da al sistema político de EEUU un margen de maniobra sin precedentes, a través del cual puede destruir el impacto potencial de las prácticas democráticas y reducirlas a rituales benignos (la política como un entretenimiento, la inauguración de campañas electorales con animadores, etc.).

Ideología y capital

No obstante, no debemos dejarnos engañar. No es la ideología fundamentalista la que ocupa el puesto dirigente y la que impone su lógica a los reales detentadores del poder: el capital y sus siervos del gobierno. Es el capital y solo él quien toma todas las decisiones y únicamente cuando lo ha hecho moviliza la ideología estadounidense para que sirva a su causa. Los medios que se despliegan -el uso sistemático y sin precedentes de la desinformación- pueden entonces servir a sus propósitos aislando a los críticos y sujetándolos a una forma permanente y odiosa de chantaje. De este modo, el sistema puede manipular fácilmente a la "opinión pública" cultivando su estupidez.

Gracias a este contexto, la clase dirigente estadounidense ha desarrollado una especie de cinismo total envuelto en una carcasa exterior de hipocresía que resulta perfectamente transparente a los observadores exteriores pero de algún modo invisible a los propios pueblos estadounidenses. El régimen está bastante satisfecho de recurrir a la violencia, incluso en sus formas más duras, cuando quiera que surge la necesidad. Todos los activistas radicales estadounidenses saben esto demasiado bien; las únicas opciones que tienen abiertas son renunciar, o ser un día asesinados.

Como todas las ideologías, la estadounidense es "cada vez más vieja e inservible". Durante periodos de calma (marcados con un fuerte crecimiento económico, acompañado de lo que pasan por ser niveles aceptables de beneficios) la presión de la clase dirigente sobre su pueblo disminuye naturalmente. Así, de vez en cuando, el sistema tiene que infundir nuevo vigor a esa ideología usando los métodos clásicos: un enemigo (siempre un extranjero, ya que se ha decretado que la sociedad estadounidense es buena por definición) es designado ("el Imperio del Mal", "el Eje del Mal") lo que justificará la movilización de todos los medios posibles con el fin de aniquilarlo. En el pasado ese enemigo fue el comunismo; el McCarthismo (un fenómeno que los pro-estadounidenses de hoy han olvidado ya) hizo posible el lanzamiento de la Guerra Fría y la marginación de Europa; hoy, es el terrorismo que es, simple y claramente, un pretexto creado para servir al proyecto de la clase dirigente: el control militar del planeta.

Hegemonía y poder militar

El objetivo reconocido de la nueva estrategia hegemónica de EEUU es prevenir la emergencia de ninguna otra potencia que pueda ser capaz de oponer ninguna resistencia frente a los mandatos de Washington. Para ello es necesario desmantelar países que se han convertido en demasiado grandes de modo que [se puedan] crear un número máximo de satélites serviciales y dispuestos a aceptar las bases de EEUU para su protección. Tal y como han acordado los últimos tres presidentes [de EEUU], Bush-padre, Clinton y Bush-hijo, solo un país tiene derecho a ser grande y ese es EEUU.

En este sentido, la hegemonía de EEUU depende fundamentalmente de su desproporcionado poder militar más que de ninguna ventaja específica de su sistema económico. Gracias a su poder, EEUU pude situarse como el dirigente incontestado de la mafia global cuyo "puño visible" impondrá el nuevo orden imperialista sobre aquellos que pudieran resistirse a alinearse.

Animada por su éxito reciente, la extrema derecha controla en la actualidad los resortes del poder en Washington. La alternativa que se ofrece está clara: o bien se acepta la hegemonía de EEUU y el liberalismo a ultranza que promueve -y que significa poco más que una exclusiva obsesión por hacer dinero- o se rechazan ambos. En el primer caso, estaremos dando a Washington vía libre para rediseñar el mundo a imagen de Texas. Solo eligiendo la segunda opción podremos ser capaces de hacer algo para contribuir a la reconstrucción de un mundo que sea esencialmente plural, democrático y pacífico.

Si hubiesen reaccionado en 1935 o 1937, los europeos hubieran sido capaces de parar la locura nazi antes de que causara tanto daño. Retrasando su reacción hasta 1939, contribuyeron a sus cientos de millones de víctimas. Es nuestra responsabilidad actuar ahora para contener y eliminar el desafío neo-nazi de Washington.



* Samir Amín, egipcio, profesor de ciencias económicas de formación marxista, trabajó de 1957 a 1960 en la planificación del desarrollo de Egipto y entre 1960 y 1963 como consejero del gobierno de Mali. Tras ser director del Instituto Africano de Desarrollo Económico y Planificación, en la actualidad dirige el departamento africano del 'Foro del Tercer Mundo', en Dakar, Universidad de Naciones Unidas.

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